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Instrumentos esenciales para procedimiento de colocación de balón intragástrico

Instrumentos esenciales para procedimiento de colocación de balón intragástrico

Por Alexia Rendon

La colocación del balón intragástrico se ha consolidado en los últimos años como un procedimiento mínimamente invasivo, seguro y eficaz para el tratamiento de la obesidad. Este dispositivo, confeccionado con silicona médica de alta resistencia, se introduce en el estómago a través de un endoscopio y se llena con solución salina, generando una sensación de saciedad que contribuye a reducir la ingesta alimentaria y, en consecuencia, facilita la pérdida de peso.

A diferencia de las cirugías bariátricas, el balón intragástrico no requiere incisiones, es un procedimiento ambulatorio de corta duración y puede retirarse después de algunos meses. No obstante, para garantizar el éxito del procedimiento es fundamental disponer de un conjunto de instrumentos específicos y un equipo médico entrenado. Este artículo revisa de manera detallada los instrumentos esenciales utilizados tanto para la colocación como para la retirada del balón intragástrico, así como las consideraciones clínicas que acompañan su uso.

El balón intragástrico: características y función

El balón intragástrico Lex-Bal, fabricado en caucho de silicona biocompatible, se introduce vacío a través de la boca con el apoyo de un endoscopio. Una vez en el estómago, se llena con una solución fisiológica de entre 400 y 800 cm³, dependiendo de las características del paciente.

La presencia del balón ocupa parte del espacio gástrico, lo que produce sensación temprana de saciedad. Esto ayuda a limitar la cantidad de alimento ingerido y favorece la pérdida de peso en pacientes con obesidad, especialmente en aquellos en los que la dieta y el ejercicio no han sido suficientes.

El balón debe ser retirado al cabo de 6 a 12 meses. En caso de que el médico lo considere pertinente, puede colocarse un nuevo dispositivo tras la extracción.

Instrumentos necesarios para la colocación

Para realizar la colocación del balón intragástrico se requiere un conjunto específico de insumos que garantizan la seguridad y eficacia del procedimiento:

Endoscopio: El endoscopio flexible es la herramienta fundamental. Permite la visualización en tiempo real del tracto digestivo superior, desde el esófago hasta el estómago, y asegura la correcta colocación del balón. Gracias a su cámara de alta resolución, el médico puede identificar posibles lesiones gástricas y confirmar que no existan contraindicaciones antes de continuar.

Balón intragástrico: El dispositivo de silicona médica se introduce vacío. Su diseño esférico y superficie lisa reducen el riesgo de úlceras o perforaciones. Además, algunos modelos incluyen un marcador radiopaco que facilita su localización en estudios de imagen.

Solución salina estéril: El balón se llena con suero fisiológico, lo que le otorga volumen y resistencia en el interior del estómago. La cantidad varía entre 400 y 800 ml, de acuerdo con la anatomía y necesidades del paciente.

Azul de metileno: A la solución salina se le añade este colorante. Su función es permitir la detección temprana de fugas: si el balón pierde líquido, la orina del paciente se tornará azulada o verdosa, lo que constituye una señal de alerta para la atención médica inmediata.

Sedación o anestesia: El procedimiento se realiza bajo sedación consciente o anestesia general ligera, lo que garantiza que el paciente no experimente dolor ni incomodidad durante la inserción del balón.

Material de soporte para endoscopia: Incluye lubricantes, guías y accesorios que facilitan la manipulación del endoscopio y el paso seguro del balón hacia el estómago.

Instrumentos necesarios para la retirada

La extracción del balón intragástrico también requiere instrumental especializado. El procedimiento es endoscópico y se realiza una vez transcurrido el tiempo de permanencia recomendado:

Aguja, aspirador o punzón: Se utiliza para pinchar el balón o aspirar el líquido de su interior. Esto permite desinflar el dispositivo y evitar lesiones durante la extracción.

Pinza de cuerpo extraño: Tras desinflar el balón, esta pinza especial lo sujeta de manera firme para facilitar su retiro a través del esófago.

Endoscopio: Al igual que en la colocación, el endoscopio se emplea para visualizar el procedimiento, guiar la extracción y descartar complicaciones.

Lubricante: En ciertos casos, se utiliza para favorecer el paso del balón desinflado por la unión gastroesofágica, reduciendo el riesgo de traumatismos.

Ventajas del procedimiento

  • Ambulatorio: no requiere hospitalización prolongada.
  • Duración corta: el procedimiento tarda entre 15 y 30 minutos.
  • Reversible: el balón se retira con facilidad mediante endoscopia.
  • No quirúrgico: evita los riesgos asociados a las intervenciones invasivas.

Selección del paciente y criterios de elegibilidad

El balón intragástrico es recomendable en pacientes con un IMC entre 30 y 40 que no han tenido éxito con dieta y ejercicio, y que no presentan cirugías previas en estómago o esófago. No es adecuado para personas con enfermedades gastrointestinales graves, hernias grandes o consumo problemático de alcohol y drogas.

La selección cuidadosa del paciente es clave para garantizar buenos resultados y minimizar complicaciones.

Riesgos y posibles complicaciones

Los efectos secundarios más comunes son náuseas, vómito y dolor abdominal en los primeros días, que suelen resolverse espontáneamente. Entre los riesgos poco frecuentes se encuentran:

  • Deflación y migración del balón, con posible obstrucción intestinal.
  • Perforación gástrica.
  • Pancreatitis aguda.
  • Úlceras o irritación gástrica.

Estos riesgos, aunque raros, hacen indispensable que el procedimiento sea realizado por un equipo médico capacitado en endoscopia bariátrica.

Preparación y cuidados posteriores

Previo al procedimiento, el paciente debe someterse a estudios de laboratorio y evaluación clínica. En los días siguientes a la colocación se inicia con una dieta líquida, seguida de alimentos blandos y finalmente dieta regular.

El éxito a largo plazo depende de la adhesión a un estilo de vida saludable, que incluye alimentación balanceada, ejercicio y seguimiento médico.

Resultados esperados

En promedio, los pacientes logran perder entre un 12% y un 40% del peso corporal en los seis meses posteriores a la colocación del balón. Además, se observan mejoras significativas en comorbilidades como:

  • Diabetes tipo 2.
  • Hipertensión arterial.
  • Apnea del sueño.
  • Dislipidemia.
  • Enfermedad de hígado graso no alcohólico.

Importancia de los instrumentos adecuados

El éxito de la colocación y retiro del balón intragástrico no solo depende de la experiencia del equipo médico, sino también de la calidad y disponibilidad de los instrumentos utilizados. Cada elemento, desde el endoscopio hasta la pinza de extracción, cumple un papel crucial en la seguridad y eficacia del procedimiento.

Contar con equipos especializados y con insumos de alta calidad es garantía de mejores resultados y de una experiencia más segura para el paciente.

Conclusiones

El balón intragástrico representa una opción eficaz y mínimamente invasiva para el tratamiento de la obesidad, siempre que se combine con cambios sostenidos en los hábitos de vida. Su éxito depende de tres pilares: una adecuada selección del paciente, un equipo médico experimentado y el uso de instrumentos esenciales diseñados específicamente para este procedimiento.

Al integrarse estos factores, el balón intragástrico se convierte en una herramienta valiosa dentro del abordaje multidisciplinario de la obesidad, ofreciendo a los pacientes una oportunidad de perder peso, mejorar su salud y reducir el riesgo de enfermedades graves relacionadas con el exceso de peso.

Referencias:

  1. Mayo Clinic – Globo intragástrico
  2. Dr. Murat Üstün – Balón intragástrico endoscópico
  3. Lexel Medical – Equipos médicos especializados

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